Atención telefónica: 982 22 65 14

TERMOSTATOS CON CURVA DE COMPENSACIÓN

Ahora que comienza la temporada de calefacción nos suelen recomendar que revisemos los radiadores de casa, que les purguemos el aire, y demás medidas de mantenimiento típicas de comienzo del invierno.

En estas fechas muchos medios te informan de la temperatura que debe de estar la calefacción, evitar las entradas de aire exterior y un sinfín de cosas más, ¿pero te han aconsejado alguna vez que tipo de regulación (termostato) es el ideal para tu instalación?

En este post te vamos a dar algunas pistas sobre cual es el termostato ideal para tu hogar y el ahorro tan significativo que puedes llegar a tener en función de la tecnología que emplees.

La tecnología existente en los sistemas de calefacción antiguos dificultaba el objetivo de conseguir las necesidades reales de la instalación y como consecuencia generaban temperaturas ambiente muy elevadas con el consiguiente e innecesario sobrecoste energético.

La calefacción no se debe usar para pasar calor en casa, sino para no pasar frío. Hay que tener en cuenta que por cada grado por encima de 21º que subamos el termostato se incrementa el consumo un 7% según indica un estudio del IDAE, que añade que una temperatura de 20 grados centígrados es “suficiente” para mantener el confort en una vivienda, ya que la mejor energía es la que no se consume.

Podemos controlar la temperatura de regulación de la calefacción de varias maneras:

  • Punto fijo de temperatura: En este tipo de regulación solo controlamos sobre la temperatura de impulsión de la caldera y la temperatura es fija haga poco o mucho frío en el exterior e independientemente de si ya tenemos mucha o poca temperatura ambiente. El agua que circulará por los tubos tendrá la misma temperatura. El termostato se encuentra en la propia caldera y generalmente se trata de un termostato sin valores numéricos de consigna, sino simplemente consiste en una ruleta de más o menos potencia calorífica.
  • Punto fijo ajustable: Es igual que la anterior pero controlando también la temperatura ambiente. De esta forma, si en el ambiente tenemos la temperatura deseada no necesitaremos calentar más. El termostato de la caldera se combina con otro en el ambiente pero con consignas fijas en ambos casos.
  • e-ficiencia-termostato-punto-ajustable

    e-ficiencia-cronotermostato

    e-ficiencia-termotato-punto-variable

    A mayor temperatura en la calle, la consigna se irá reduciendo y viceversa, la denominada curva de compensación.

    La sonda de temperatura exterior se debe instalar en una pared exterior del edificio, orientada al norte, al abrigo de la acción directa del sol, con objeto de medir la mínima temperatura exterior.

    Este tipo de regulación en combinación con una caldera de condensación o bomba de calor (suelo radiante) se antoja el sistema más eficiente dentro de los sistemas existentes actualmente, ya que es preferible tener más tiempo encendida la calefacción a menos potencia que darle calentones y dejar luego que se enfríe. El precio de un termostato con curva de compensación puede amortizarse rápidamente por los “importantes” ahorros de energía que aporta (entre un 8 y un 13%).

  • Punto variable según la temperatura exterior: En este caso nos fijaremos también en la temperatura exterior que haya, de tal forma que la consigna no es fija, sino que varía en función de las condiciones exteriores, adaptando la potencia térmica de la calefacción a las necesidades caloríficas del edificio, que son proporcionales a la temperatura exterior, obteniendo a la a vez ahorro energético y confort.
  • Punto fijo ajustable con reloj horario: Es igual que la anterior pero controlando también las horas de funcionamiento mediante un reloj e incluso con posibilidad no solo de parar la calefacción determinadas horas sino incluso de fijar una consigna distinta reducida en horarios de menor necesidad. También se denominan cronotermostatos.

Fuente: https://e-ficiencia.com/